jueves, 11 de noviembre de 2010

Desierto de la Tatacoa en el Huila-Colombia: Geología, Paleontología y Astronomía juntos

De las aventuras más locas que he hecho, pero no me arrepiento.


Este viaje al Huila empezó en La Unión Valle, la ruta fue por Armenia (Quindio), Ibagué (Tolima), Espinal (Tolima), El Guamo (Tolima), Aipe (Huila), Neiva (Huila) y Villavieja (Huila).
De allí salimos un grupo de 9 amigos en 3 motos de bajo cilindraje y un carro.

Es un trayecto de mas o menos 12 a 15 horas, muy duras sobre todo porque no íbamos en las condiciones más cómodas para un viaje de este tipo; sin embargo las carreteras son muy buenas y para la temporada había muy buena seguridad y acompañamiento del Ejercito y la Policía Nacional. De las cosas más insólitas que recuerdo del viaje por carretera es la recta Espinal-Neiva, es un trayecto eteeeeeeeerno.
La vía Villavieja es destapada y un poco incómoda.


Al llegar a Aipe nos dimos cuenta que hay que bajar hasta Neiva, solo por pasar un puente que atraviesa el río Magdalena, esa simple vuelta nos costó unas 4 horas más de viaje.
Llegamos al desierto de noche, el calor es intenso y la oscuridad profunda, la energía eléctrica es escasa.
Aprovechando la noche, disfrute las actividades de observación astronómicas realizadas por personas capacitadas.

En el desierto no hay hospedaje, solo hay posibilidad de armar carpas y si usted utiliza los servicios del observatorio no le cobran por el espacio que utilice.
Si desea un hostal para pasar la noche, regrese al pueblito de Villavieja.
Al salir el sol, todas las incomodidades que pasamos quedaron atrás, el hermoso paisaje del Cuzco hizo que nos animáramos para iniciar el recorrido.
Lo que llamamos desierto en realidad es un Bosque Seco Tropical de 330 Km2 de extensión y con temperaturas que rodean los 40ºC a 43ºC.

Tiene partes grises y partes rojas, el Cuzco es una especie de laberinto con paredes marcadas con colores naranjas y rojos.

Durante el recorrido nos topamos con cactus de 4 y 5 metros de altura, otros pequeños y hasta con frutos comestibles

Entre otras curiosidades que se encuentran dentro del recorrido (que no le costará más de $5.000 pesos colombianos por persona) están las piedras con miles de años de antigüedad, El Ojo del Desierto y el único árbol que se mantiene frondoso en cualquier época del año, es llamado el Árbol de los Deseos.

Para cerrar con broche de oro, refresquese en las piscinas de agua mineral y corriente que se encuentran en la parte gris del desierto.

En el observatorio encuentra servicio de baños y duchas y una tienda en donde encontrará algunos comestibles y bebidas. Le recomiendo que llegue al desierto con lo necesario, lleve mucha agua, ropa fresca, muchísimo bloqueador solar y repelente para mosquitos, comida enlatada y linternas.

Hay algunas viviendas que prestan también el servicio de baño, duchas y vigilancia de carpas. Estas personas de la región son expertas en preparar el plato típico: El Cabrito Asado.

Después de refrescarnos, entramos al pueblito de Villavieja a conocer el Museo Paleontológico, que a cambio de una mínima inversión usted podrá disfrutar de fósiles encontrados en el desierto.

Saliendo de allí, nos dirigimos a la Represa de Betania, construída con el fin de generar energía eléctrica y está ubicada en la desembocadura del Río Yaguará en el Río Magdalena.

Esa noche nos hospedamos en Yaguará, un pueblito bastante bonito y con un muy buen ambiente. Allí podrá disfrutar un paseo en Ferry Momico en el "mar interno", comer quesillo Yaguareño y Mojarra extraída del embalse.

Después de un descanso merecido, emprendimos nuestro viaje de regreso al Valle del Cauca, con una de las vivencias más enriquecedoras en nuestras vidas.
Totalmente recomendado visitar el Desierto de la Tatacoa en el Huila.
Para más información:

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